03/11/21

Los grandes beneficios de rehabilitar un edificio

La rehabilitación de un edificio es un bien común colectivo, una inversión en elemento propio de gran valor ya que las mejoras repercuten en todos los que están relacionados con el inmueble;  el propietario, la comunidad, los arrendatarios y el barrio con sus transeúntes.

Cuando hablamos de rehabilitación de edificios es necesario comprender que este tipo de proyectos abarcan todas aquellas acciones constructivas que se ejecutan para mejorar sustancialmente las condiciones de habitabilidad, seguridad, accesibilidad, instalaciones y servicios en un edificio existente.

Por ejemplo, se pueden reducir gastos dependiendo del tipo de renovación.  Actualizar las luces, accesorios y dispositivos de sujeción para que sean más eficientes energéticamente, y reparar, modificar o actualizar las instalaciones generales o individuales de agua, gas, electricidad o saneamiento de la finca. Con este gasto inicial, se realiza una mejora de la propiedad que es duradera en el tiempo y  al mismo tiempo se reduce el consumo energético.

Renovación o mejora de los aislamientos existentes en la finca. Estos elementos presentan la función principal de evitar posibles pérdidas de frio o calor aislando adecuadamente las viviendas. Por todo ello, muchas de las rehabilitaciones de edificios parciales o integrales incluyen como objetivo principal la rehabilitación de la envolvente térmica, aunque además, podría incluir otro tipo de intervenciones importantes como la renovación de los cerramientos de cristal para mejorar la eficiencia energética y así conseguimos reducir la energía consumida por un edificio en casi un 70 %. Una rebaja que se verá reflejada en la factura de gastos.

Aislamiento de tuberías: para no derrochar energía y optimizar el funcionamiento de la caldera, es muy aconsejable proteger con material aislante térmico las tuberías, tanto de agua caliente como fría, para evitar pérdidas de calor, condensaciones en las conducciones o que revienten por los cambios de temperatura bruscos.

Una profunda rehabilitación de un edificio, basada en los parámetros de sostenibilidad y eficiencia energética, permite una mejora considerable de su usabilidad y una bajada drástica en los consumos energéticos. En definitiva, optimiza la eficacia de los edificios, lo que aumenta la calidad de vida de sus habitantes.

El exterior también es importante, y no solo por una cuestión de imagen: reparar y pulir considerablemente las condiciones de la seguridad estructural y constructiva de la globalidad del edificio o de algún elemento en particular como las fachadas, los patios interiores o las cubiertas del edificio, mejorando su aspecto general.

Todas estas actuaciones en su conjunto, además de los beneficios ya mencionados, aportan un valor añadido al edificio que revaloriza la propiedad.

Estas renovaciones son más complicadas en el caso de comunidades de vecinos, ya que, tal como explica Andreu Abelló, director del departamento de Administración de Comunidades de Propietarios de Forcadell, “es más difícil poner de acuerdo a una comunidad en su totalidad para realizar según qué tipo de actuaciones”. En estos casos, la figura del administrador de comunidades de propietarios es de gran ayuda, ya que actúa de mediador y también ofrece información individualizada a los propietarios sobre la reforma que se quiere realizar, para despejar cualquier duda y asegurar que la actuación que se quiere realizar en el inmueble repercutirá en el bien de su propiedad.

 

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